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El denominado proceso inflacionario en el fútbol con la llegada del dinero proveniente de la televisión y de los magnates, hicieron que emerjan nuevos equipos a la elite de este deporte y sobre todo en Europa. Tras observar los resultados de la Champions League, se puede señalar que los grandes capitales no logran imponerse a las “viejas costumbres” del fútbol, en donde Barcelona, Ajax y Liverpool se imponen ante los poderosos jeques y empresarios.
Por: @agustinpalmis – @globalonet.web
El periodista Ezequiel Fernández Moores denominó la actualidad del fútbol mundial con una comparación entre ricos y pobres: “el mundo cada vez es más injusto. Los poderosos son más poderosos y los débiles cada vez más débiles. En el fútbol pasa lo mismo, vemos cosas extraordinarias pero casi siempre en los que tienen la chequera”. La actualidad no le escapa a esta premisa, pero también se puede sentir un rayo de esperanza para los más románticos del fútbol.
De cara a las semifinales, no hay un equipo denominado chico o de pocos ingresos, eso ya no ocurre. Pero imposición de los proyectos por encima de los billetes es una realidad absoluta.

Desde las últimas participaciones en el máximo certamen europeo, Manchester City y el París Saint Germain, no logran hacer valer su poderoso capital en el terreno de juego. El PSG de Neymar y Mbappé quedó afuera en octavos de final de la mano de un Manchester United que hizo valer su historia por encima del equipo fundado en los 70s. Mientras que los ciudadanos de Guardiola y Agüero, entre otras figuras, quedaron eliminados ante el Totteham de Pochettino, equipo de poca tradición europea, pero de gran recorrido en el fútbol inglés. Actualmente, con un gran proyecto basado en el impacto de sus contrataques y la proyección de nuevos talentos, deja de lado el desembolso desmedido para la adquisición de jugadores.
Lo más llamativo es el caso de la Juventus. El equipo italiano, recibe año tras año el aporte económico de la familia Agnelli, dueña de la FIAT. De hecho, antes de comenzar la temporada se realiza un partido en la vivienda del presidente de la Institución y de la empresa automotriz, Andrea Angelli, donde se presentan los jugadores que defenderán los colores de la Vecchia Signora.
El caso italiano es particular, un club de gran aporte histórico al fútbol y el más importante de Italia que, con la llegada estelar de Cristiano Ronaldo no pudo imponerse ante un Ajax plagado de estrellas en ascenso que no superaba las instancias de cuartos de final desde hace tiempo, y los goles de CR7 en los partidos de ida y vuelta, no alcanzaron para lograr pasar de ronda en el torneo.
Las viejas costumbres que se imponen. El subcampeón de la temporada 2018, Liverpool, superó al Porto en cuartos de final y enfrentará en Semifinales al Barcelona de Lionel Messi. El equipo inglés de 134 años de historia posee 5 Champions y actualmente, con Jurgen Klopp de entrenador logró formar un equipo competitivo donde mezcla el capital económico con la compra de jugadores y la aparición de nuevos talentos ingleses que a a la vez, reforzaron el seleccionado de aquel país. Los reds del Reino Unido conforman uno de los tridentes ofensivos más importantes, pero para sorpresa de todos, no hablamos de Mané, Firmino y Salah. Sino del triángulo conformado por Robertson, lateral izquierdo, Alexander Arnold, lateral derecho y Jordan Henderson, centrocampista. Entre ellos conforman el equipo con mayores asistencias de Europa y por lejos, los defensores más asistidores del continente.
Por último, Barcelona, siempre el equipo español entre los protagonistas del fútbol desde la llegada de Ronladinho y Lionel Messi. El equipo culé deberá enfrentar a otro de los grandes. Una digna final que veremos bajo el rotulo de Semifinal.
La relación simbiótica entre Messi y Barcelona conforma un poder extra en el club catalán que se destaca por un proyecto de juego basado en la posesión y el surgimiento de jugadores canteranos. Esto provocan que, al momento de comprar jugadores, sean estudiados de manera detallada antes de efectuarlos.
En síntesis, se vive un proceso de inflación y grandes capitales en el fútbol donde año a año se hace más grande. Pero hasta el momento, las viejas costumbres logran imponerse en el terreno de juego donde, ya no importan los millones sino quien juega mejor.
Agustín Palmisciano.