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Desde muy chica comenzó a dar sus primeros pasos en el fútbol hasta que una prueba en Boca Juniors le abrió las puertas de manera definitiva. Con la Selección Argentina disputó en 2019 el Mundial de Francia y los Juegos Panamericanos de Lima. Oriunda de Concordia, la delantera de 27 años juega en Europa desde 2016, actualmente en el Rayo Vallecano de España. Desde allí, nos cuenta sobre el compromiso con el entrenamiento, la nutrición y la vida de la futbolista en el viejo continente.
Por: @Agustinpalmis – @Globalonet.web
¿Cómo empieza tu historia en el fútbol?
A los dos años ya andaba con una pelota de fútbol y a los 7 me fui a probar a un equipo de varones de Concordia, mi ciudad. Jugaba con mis amigos y mis hermanas que armaban torneos por plata. Yo jugaba con ellos hasta que llegué a Boca.
¿Sentiste prejuicios por elegir jugar al fútbol?
Sí. Todo el tiempo, hasta hoy. Ahora hay menos pero en ese momento sí. Nunca le di mucha importancia pero los comentarios eran los típicos. Hoy muchos de esos padres que me gritaban cosas me piden camisetas o una foto. Son las vueltas de la vida. Hay que hacer lo que a una le gusta sin escuchar lo que diga el resto de la gente.
¿Sentís que está cambiando esta situación?
Cambió bastante pero seguimos en una sociedad machista que cree que la mujer no es capaz de hacer muchas cosas, entre ellas practicar un deporte. De a poco vamos rompiendo esas barreras aunque todavía falta mucho camino por recorrer.
¿Por qué crees que la mayoría de entrenadores son hombres?
Creo que pasa por la capacidad de cada persona sin necesidad de ver si son hombres o mujeres. Obviamente hay una realidad que es que hay más técnicos hombres porque recién ahora la mujer se está dedicando a eso pero también tuve entrenadoras mujeres como Marcela Lesich en Boca o en, Rayo Vallecano, a Irene Ferreras. Hoy hay menos mujeres entrenadoras pero seguro más adelante van a haber más.
¿Cuál es tu opinión sobre el futbol mixto? ¿Lo ves posible a futuro?
A mí no me gustaría, cada género tiene que estar dividido. Quiero competir con mujeres por una cuestión de gusto. No tengo una respuesta concreta, pero no creo que llegara a funcionar, sí sé que en lo personal no me gustaría.
El fútbol femenino en nuestro país estuvo relegado mucho tiempo ¿Te tomó por sorpresa cuando te buscaron de equipos importantes de nuestro país?
La verdad es que sí. Cuando yo empecé no sabía nada del fútbol femenino, ni si quiera que existiera un equipo femenino. Al enterarme que había un equipo femenino en Boca quise ir a probar y ahí empezó mi aventura. Nunca imagine que me podían venir a buscar de Europa o que hay clubes siempre mirándote. Hay que intentar dar lo mejor de sí porque nunca sabes quién te está viendo y hasta donde podes llegar.
¿Te sorprendió la oportunidad de jugar en Europa?
La verdad que sí. No lo podía creer, me hacía un montón de preguntas como ¿De dónde me vieron? ¿Cómo se fijaron en mí? Porque estamos a miles de kilómetros. Al principio cuando me llamaron rechacé la oferta porque estaba en la UAI y estaba estudiando. Pensaba que tenía la vida prácticamente la vida resuelta hasta que decidí arriesgarme y probar cuando me volvieron a llamar.
¿Qué estudiabas en la UAI?
Estaba haciendo el Profesorado de Educación Física. No lo terminé, no llegué a terminar el primer año y ahora estoy metida con el tema de la nutrición, pero en España es muy difícil estudiar porque es por un sistema de notas y la mía no alcanza para entrar. Pensé en hacer algo a distancia y lo estoy pensando.
¿Tu interés por la nutrición hizo que cambies la dieta para aplicarla al rendimiento deportivo?
Empecé a prestar atención a los detalles y me gusta. Más que nada también para llevar un estilo de vida saludable y tener un mejor rendimiento. La buena alimentación previene lesiones o enfermedades más allá de lo futbolístico. Mi físico no es el mismo que hace 4 años y si bien no llevo una dieta, me gusta cuidarme y tener esta alimentación para toda la vida.
¿Cómo recordás cuando fuiste llamada a ser parte de la Selección?
La verdad es que quedé en shock, en ese momento estaba sola y salí corriendo y gritando de felicidad porque fue un momento único. Creo que es el sueño de toda persona que juega al fútbol, que llamen de la Selección para que vayas a jugar con tu país con todo lo que eso representa. No me lo esperaba por más que una trabaja siempre para llegar a lo más alto.

¿Qué sentís al ser la primera jugadora oriunda de Concordia en disputar un mundial en una disciplina?
Cuando me contaron eso no tomaba dimensión de lo que era. Jugar un mundial y ser la primera de mi ciudad en algo así tan importante habiendo tantos jugadores hombres y ser la única jugadora en el fútbol y poder conseguirlo fue algo muy lindo.
¿Cómo fue pasar de jugar en el barrio a estar en el Parque de los Príncipes jugando un mundial o Juegos Panamericanos?
Yo jugaba en la cancha de enfrente de mi casa que la mitad era de pasto y la otra de asfalto y cuando pasaba un auto nos teníamos que correr, el arco eran dos piedras e intentábamos hacer una cancha en un campito y de golpe pasar a jugar un mundial en la cancha del PSG es una experiencia increíble. Cuando fuimos a reconocer el campo un día antes del debut en el mundial se me vinieron un montón de recuerdos a la cabeza, desde mi familia a un montón de cosas. No todo es lo que se ve en las redes sociales o en la tele. Hay muchas cosas detrás de esto y todo vale la pena.
Además hicieron un papel muy bueno contra seleccionados más fuertes, al menos desde la infraestructura…
Sí, es que en otros países están preparadas de otra manera y están más avanzadas que nosotras con el fútbol. Eso hace que las jugadoras rindan de la mejor manera. Nos llevan varios años y competir contra eso, estar a la altura demuestra la esencia de la jugadora argentina, que más allá de todo eso entiende que en la cancha es 11 contra 11. Buscamos competir con muchos ovarios y corazón de la mejor manera. Dejamos una buena imagen y estuvimos a la altura aunque no logramos pasar de fase.
Disputaste torneos importantes con el seleccionado ¿Crees que el crecimiento del nivel de juego es acompañado por lo dirigencial?
Antes de disputar la Copa América no teníamos tanto apoyo de la AFA, cuando tuvimos el repechaje para el mundial cambió todo. Lo que no teníamos hace 2 años hoy sí lo tenemos. El “Chiqui” siempre nos brindó lo mejor y estuvo acompañándonos de cerca. Tenemos que aprovechar del momento y la situación en la que estamos para rendir de la mejor manera, porque es un deporte muy resultadista. Mientras más resultados tengamos más cosas vamos a poder conseguir. Cuando tuvimos el repechaje fuimos al predio de AFA y la atención era exclusiva para nosotras. Es algo importantísimo no es solo para las 23 privilegiadas que fuimos al mundial, sino de todas las chicas que juegan al fútbol en nuestro país y también en Sudamerica porque demostramos que el fútbol femenino existe y que hay que darle la importancia y el apoyo que se merece.
¿Se está trabajando bien en las categorías formativas del futbol femenino?
Hay que darle más importancia. Si lo comparo con España donde estoy ahora, las chicas empiezan a jugar desde muy chicas y tienen una base. Por ejemplo en la selección hay sub-12. Sub-13, Sub-14. Tengo una compañera de equipo que tiene 17 años y fue campeona Sub-20. En Argentina se está trabajando para eso pero hay que apostar mucho más para las generaciones que vengan porque nosotras no vamos a estar más y hay que apuntar a las que vienen.

Actualmente estás en Rayo Vallecano ¿Cómo es la situación actual que te toca vivir con el aislamiento?
Estoy en Madrid, no en el centro sino alejada. Estoy tranquila porque aprendí a ver las cosas desde otro lugar y no quiero meterme en un bucle de pensamientos negativos. No sé cuándo voy a poder volver al país o a entrenar normalmente acá en España, todo es incierto. Las noticias que uno va viendo de las cosas que pasan me hacen agradecer las cosas que yo tengo. Hoy podemos salir a caminar un poco, yo salgo a las 7 am para evitar cruzarme con más gente y tomando todas las precauciones pero sin volverme loca. Soy una afortunada ya que lo único que tengo que hacer es esperar. Hay mucha gente que la está pasando mal.
¿Con respecto a la vuelta a la competencia les informaron algo?
Dieron por terminada la liga, salió campeón el Barcelona. Aun no nos dijeron si podemos volver a entrenar o irnos, no sabemos nada. Lo que sí, los hombres van a volver a entrenar para jugar pero a nosotras nos suspendieron el campeonato y todavía no se nos informó nada más.
¿Cómo te organizas con los entrenamientos y la falta de competencia?
Intento salir lo más temprano para evitar el contacto más que nada para que no me pase nada porque al estar en otro país esos cuidados son más complejos. El club nos manda una rutina para entrenar y así intento entrenar doble turno para mantenerme ocupada y que el tiempo pase rápido y sea ameno.
¿Qué diferencias encontrás en cuanto a la organización y la infraestructura del fútbol de España con el argentino?
En lo que es la estructura, en España se compite en todo el país. También hay una realidad, en Argentina no pasa porque es un país mucho más grande y las distancias lo hacen más difícil. Se podría hacer si los clubes quisieran pero también es una inversión que quizá muchos clubes no estén en las condiciones de hacer. El tema de entrenamiento, exigencia y contratación de jugadoras existe, porque en Europa están las mejores jugadoras del mundo y los pagos nos depositan sin ningún problema. Pero lo que más se nota es en la organización.
¿Qué proyectas a futuro en tu carrera profesional?
Me gustaría terminar esta temporada en Rayo y quedarme mucho tiempo más en España o en Europa, me gusta y me siento cómoda. Me gusta viajar y conocer lugares aprendiendo y leyendo la historia y no sé si en otro momento de mi vida podré venir entonces quiero aprovecharlo al máximo. También intentar estar en la máxima categoría del mundo como estoy ahora.
Agustín Palmisciano.