El deporte no es solo un juego y eso lo sabemos. Son hechos históricos que mueven tanto a la sociedad como la economía, la política, las revoluciones, etc. Siendo algo tan importante, lógico resulta pensar que se plasme en el séptimo arte, como tantos otros elementos de la cultura humana. Con esta excusa bajo la manga te traigo este top de las mejores diez películas de deporte ¿Las diez mejores películas de deportes según quién? Bueno, según el punto de vista de un servidor. Pero te pido bajes un poco más la vista y sigas leyendo. Porque podés estar de desacuerdo, pero jamás decir que no argumenté cada puesto en la lista. Empecemos.
Por: @Ezequiel_Olasagasti – @Globalonet.web

10- Pequeños gigantes:
Esperá, no te vayas que recién empezamos. Te juro que tiene una razón. Lejos está esta película infantil que Warner Bros estrenó en el año 1994. Tiene los mismos clichés de todas las películas infantiles de deportes: El gordito, el nerd, la chica que desafía al patriarcado siendo de las mejores jugadoras. La típica historia del equipo de perdedores que reta a los campeones. Y entonces ¿Por qué esta en este puesto? Bueno más que por merito es por un capricho personal de escritor. Esta película de las tardes de Telefé, sería la que mejor explique la creación de personajes en la ficción. Acá no hay antagonista, el malo en realidad es también bueno, el héroe hace cosas malas, la relación padre/hija, chicos puestos bajo la presión social de ser ganadores y el fútbol americano como lo más importante que uno puede tener en la vida civil estadounidense. Además, está Rick Moranis de “Querida encogí a los niños”, que siempre es garantía. Así que pedí prestada una bendi como excusa y tomá unas clases de guion con esta historia.

9- Escape a la victoria:
Para los menores de 30, esta es la película de la que siempre hablan nuestros viejos. Porque, aunque el fútbol es el deporte más popular del mundo, corre con la desventaja de no ser tan popular en el país donde más películas se hacen. Esta obra se basa en “El partido de la muerte”, una historia verdadera de como un grupo de futbolistas ucranianos se rehusaron a perder contra un equipo conformado por miembros de la SS nazista. Ya que estamos, pueden leer el cuento “Un niño con la remera del Start«, basado en la misma historia que pueden encontrar en esta web. Chivo mandado, sigamos. Claro que los gringos tuvieron que meter a Sylvester Stallone ahí, porque nunca nada puede pasar sin que Estados Unidos sea protagonista. En la cinta, salen grandes jugadores de la época como Bobby Moore, Paul Van Himst y nuestro Osvaldo Ardiles. Ah, y también esta Pelé. La película como ya dijimos “Se basa” en un hecho histórico pero con la salsa BBQ que los americanos le ponen a todo para hacerlo más apetitoso para su público. Es un gran puntapié para que después investigues la historia completa y hasta mires la versión rusa de esta llamada “Tercer tiempo” del año 1962. Que hizo lo mismo que la yanqui pero con más comunismo.

8- Invictus:
Esta película dirigida por el prolífico Clint Eastwood y protagonizada por Matt Damon y Morgan “La voz de Dios” Freeman. ¿De qué la va? Cuenta como el rugby sirvió como catalizador para que Nelson Mandela uniera de nuevo a una nación sudafricana dividida por los conflictos raciales. Ah, y pensaste que exageraba cuando dije que el deporte es un hecho histórico que mueve a la sociedad. Está basada en hechos reales y en el libro de el periodista que mejor conoció y retrató a Mandela, John Carlin. La cinta no es sólo un homenaje a la lucha de Mandela sino que, muestra la importancia que los “Springboks” tuvieron para la construcción de una nueva sociedad, más hermanada y alejada de los discursos segregatorios. Un modelo en miniatura de lo que se pretendía para la nación sudafricana. Para aprender que el rugby es todo eso tan maravilloso que siempre nos cuentan los que lo juegan y no solo un grupo de estúpidos tacleando un linyera.

7- Hooligans:
Los barras son lo peor que tiene el futbol argentino. Pero esos son barras, acá estamos hablando de hooligans. Es está la excepción a cuando dicen que: “Los inadaptados de siempre”, no deberían ser más importantes que el club, que el partido o que los jugadores. En esta película inglesa del 2005, el fútbol se nombra por lo bajo. Lo interesante sucede en los barrios con los simpatizantes de West Ham y sus continuas luchas de poder contra otros hooligans. El protagonista (Elija Wood) es un americano que se va metiendo de a poco en un bajo mundo del que no entiende y mucho menos es parte ¿Okupas? ¿sos vos?

Peleas, violencia, peleas, violencia. También hay peleas y violencia. Un mundo al que nos vamos sumergiendo de a poco (como el protagonista) y al que podemos emparentar con el de las pandillas de “The warrios”. Un trajín en donde nos vamos encariñando más con los personajes, sus personalidades y su cuestionable pero estricto honor de hinchas. Criticada por su exceso de sangre pero alabada porque, obviamente, esta se adapta perfectamente al comportamiento de los ya ¿desaparecidos? Holligans ingleses. Una película que se destaca por el realismo gracias a que el guión fue escrito en base a estudios sobre el comportamiento de estos fanáticos. Como dato de color su directora, la Alemana Lexi Alexander, vivió en carne propia el mundo de los barras alemanes ya que su hermano era uno de ellos.
6- I, Tonya:
El nombre de Tonya Harding tal vez no te suene, pero en Estados Unidos es una figura reconocida. Primero lo fue por ser una exitosa deportista que triunfaba en su disciplina, y en los últimos años por ser por ser un personaje bizarro de la televisión. Como Ruggeri, pero en inglés y poniéndole “s” a las palabras. Y lo que llevó a Tonya a las primeras páginas de los diarios no fue precisamente su fair play. Esta película nos muestra lo que hay detrás del glamur del patinaje artístico. Eso que puede parecernos un deporte intrascendente con ropita linda y que vemos en ESPN89 cuando no hay un partido. Sin embargo, en “I, Tonya” la protagonista lo ve como la posibilidad para salir de la vida turbia que le toco por ser parte de una familia obrera del Estados Unidos más profundo y rural. Nada muy distinto a lo que podría pasar en una película de boxeo más dramática o todo lo que no pudo hacer bien la serie de Tévez. Con una pizca de comedia negra, que te va a dar cosa reírte, esta cinta logró adaptar de una manera eficaz uno de los hechos más bochornosos de la historia del deporte y la vida de una deportista que estaba lejos de ser un ejemplo de virtud, pero que nunca quiso serlo tampoco.
Por último, está Margot Robbie. Pero no para los amantes de la hegemonía en carne propia, sino para pelar una actuación soberbia que le valió la nominación como mejor actriz para los premios Oscars.

5- Baseketball
No, no quisimos poner basketball y nos falló el auto corrector. Esta comedia se basa en el sueño de todos los fanáticos que no logramos llegar a jugar de forma profesional. ¿Cómo logran dos perdedores sin ningún talentos convertirse en estrellas del deporte? Fácil, inventan uno nuevo que se adapte a su ineptitud física. Mezclando reglas de Básquet, baseball y algunas cosas sin sentido crean lo que se conoce como Baseketball. Pero acá viene lo que le pianta un lagrimón al fanático de verdad, este nuevo juego tiene como condición que no se pueda comercializar con él, y así, mantener su espíritu amateur. Por lo tanto, el meollo del asunto termina siendo la lucha de este deporte por no caer ante la tentación y las trabas que le pone el mercado. Esta película, como toda buena comedia, usa el humor para criticar todos los aspectos comerciales, industriales y capitalistas que arruinan el deporte convirtiéndolo en un negocio que termina por matar la esperanza del espectador común. Si sos de ofenderte te recomendamos que no la mires, ya que sus chistes políticamente incorrectos son propios de la era en que se filmó. Aunque teniendo en cuenta que es una película de los creadores de South park dudamos que les importe que te puedas ofender con su humor. Tal vez, es lo que más desean.

4- Couch Carter:
Volvamos a la seriedad. Y acá la seriedad nos cae como un martillo. Nuevamente, una historia basada en hechos reales que en nuestros pagos conocimos como “Juego de honor”. Samuel “Fucking” Jackson interpreta al profesor Ken Carter quien toma las riendas del equipo de Básquet del instituto Richmond de california. Un lugar al que llamaríamos picante. Carter es un entrenador polémico ¿Por qué? Porque no quiere solo ir tirar una pelota para que los pibes jueguen un rato, irse y cobrar a fin de mes. Lo que pone a Carter en el centro de la crítica es que intenta que los chicos del instituto aprendan, a través del básquet, los valores que la sociedad no quiere mostrarle. Esas oportunidades que los chicos y los padres de estos sienten no merecer por su condición social y el lugar donde nacieron. Los partidos son lo de menos, es una película de personajes que muestra la lucha de un verdadero profesor para lograr que sus alumnos puedan salir de las calles y lo intentará con la mejor herramienta con la que cuenta que es el deporte.
Dato que puede servir: está en Netflix.

3- Siete días en el infierno:
Esto no es trampa. Este es un falso documental (o mockumentary) y funciona perfecto para contar esta comedia sobre el mundo del tenis. ¿Otra comedia? Es la última, lo prometemos. Es que no podía faltar. La cinta “documenta” como fue el partido más largo de la historia del Grand Slam de Wimbledon. Ya tenemos el primer chiste sin poner play ya que la película en su premisa se burla de esa corona que se cuelga el tenis por tener los partidos más largos en sus torneos.
Es una obra sin desperdicio y resulta aún más divertida si conocés un poco sobre la historia de este deporte. No mucho, con saber algunos nombres y datos de la cultura popular basta. De un lado la polémica súper estrella con actitud de rock star pero un talento enorme (podés llamarlo McEnroe, Agassi o Kyrgios). De otro lado, el joven Inglés que es la esperanza británica para el torneo y recibe desde niño la presión de la prensa y una madre explotadora. Con un humor más sutil que Baseketball, (solo un poco nomás, no se crean) “siete días en el infierno”, no deja de lado el humor políticamente incorrecto y sobre todo las burlas a todos los clichés que tiene un deporte como el tenis y todo lo que lo rodea.

2- Space Jam:
¿Pensaron que nos habíamos olvidado? Ni locos. Pero vamos a hacerla corta porque, en primer lugar, no creemos que alguien no la haya visto. En segundo lugar, porque no tiene tanto que ver con el deporte. Hay que ser honestos, en la película el básquet es muy secundario. Toda la atención se la lleva His Airness, Michael Jordan y Bugs Bunny. Pero fue el puntapié para que siguiera creciendo la incipiente básquet manía en el país. Esa que comenzó a principio de los noventa cuando arrancamos a ver los partidos de los Bulls y terminamos comprando sus gorras y remeras. Aprovecho el espacio para linkearla con la película “Mini campeones” que, aunque no tan memorable, muestra un mayor acercamiento a la pasión por el básquet que todo niño puede tener. ¿Su premisa? Imagínense encontrar los zapatos de Jordan y que, al usarlos, pudieran jugar como él.

1- Rocky:
Pero ¿Quién o vio Rocky? Tomate un minuto para pensarlo. Te aseguro que son más personas de la que crees. o por lo menos no la vieron tantas veces como creen. Vamos a hablar de Rocky 1 específicamente porque es la que mejor representa la esencia del boxeo. Ese deporte que es el trasfondo de historias de vida marcadas por la miseria y la pobreza. Ese deporte que te permite pegar para sacarte la bronca de la vida que tenés y que te puede permitir, como también lo hace el fútbol en Argentina, pegarla para sacar a mamá de la villa. Puse Rocky por considerarla una de las mejores, pero la uso de excusa para recomendar casi todas las películas de boxeo que puedan encontrar ya que, como aclaramos antes, no pueden más que contar una historia interesante. No son un paseo por el prado, porque la vida del boxeador en muchos casos no lo es. Recordemos que de hechos reales del boxeo salieron películas como “Toro salvaje”, “Millon dólar baby” o la argentina “Gatica, el mono”. Rocky logró transformarse en algo más de entretenimiento a medida que le agrego números romanos al título. Pero fue la primera la que mostro el verdadero drama del boxeador. Ese para quien el deporte era su vida literal, porque los golpes que recibía en el ring no eran más duros que los golpes que recibían día a día por la vida injusta que llevaban.

Ezequiel Olasagasti.