El aniversario que marcó al fútbol argentino

El 4 de Marzo de 1999, Racing Club de Avellaneda, el primer campeón intercontinental del fútbol argentino escribía una de sus páginas más negras. Un comunicado rezaba: el club ha dejado de existir”. La lucha de los hinchas, la justicia de por medio y la llegada de la sociedad anónima. Cómo fueron aquellos días de la “Academia”.

Por: @Ivan.Ialunersomoza – @Globalonet.web


Ni el descenso de 1983 acompañado de la consagración local de su clásico rival provocó el dolor que los hinchas racinguistas sintieron hace 22 años. Tras enormes gastos injustificables y la malversación de fondos, Racing tenía una deuda de USD66 millones provocada por las gestiones que se fueron sucediendo desde la década del 70 en adelante. 

Daniel Lalín, presidente que asumió sus funciones al comenzar 1998, no encontró forma de revertir un rumbo que ya parecía asegurado. A mediados del mismo año, con solo seis meses en el cargo, se pidió la quiebra de la institución y dejar su cargo. La justicia sentenció en marzo, aprobando el pedido y la inhibición de todos los bienes del club. Como si eso fuera poco, Liliana Ripoll, síndico de la institución designada por el Poder Judicial le comunicó sin compasión a los socios que: “La asociación civil Racing Club ha dejado de existir”.

Sin embargo, el hincha jamás se resignó. Desde el día que Lalín comunicó el pedido de quiebra y recibió el recordado golpe con un bombo que le hizo estallar los anteojos frente a las cámaras, nunca dejaron caer a Racing. La justicia iba a contramano. Al comenzar el campeonato clausura de 1999, Racing no estaba autorizado a jugar el primer partido contra Talleres de Córdoba en el “Cilindro”. Lo que pasó aquel día seguramente sea una de las proezas históricas de nuestro fútbol. Los hinchas fueron a la cancha de todas formas, sabiendo que el partido no se jugaría. Un estadio lleno, sin jugadores en la cancha, pero con hombres y mujeres arrodillados dejando caer sus lágrimas sobre el círculo central. En la actualidad, el club de Avellaneda cambió el paradigma y se consolidó como institución a partir de buenos resultados y el surgimiento de jugadores de inferiores, el periodista Alejandro Wall, entrevistado por Globalonet en mayo del 2019 explica como esta situación también se trasladó a los fanáticos: «Construir un nuevo hincha es repasar las cosas que nos tocó vivir y valorar el presente. Antes se había construido una mística del perdedor que apelaba a otras cosas para ganar, por ejemplo en la tribuna».

La presión de los hinchas dio sus frutos. Con la Ley de Fideicomiso como respaldo, Racing evitó su desaparición. Jugó el Apertura del 98 y los torneos de 1999 bajo supervisión de la Justicia. Precisaba aprobación antes de la disputa de cada encuentro. Tras salir último en el Apertura 2000, Blanquiceleste S.A tomó el control del equipo y la administración del estadio.

Lo que parecía que sería la recuperación deportiva, teniendo en cuenta el título de campeón en 2001, terminó siendo solo una suposición. El ex jugador de Racing Hugo Lamadrid cuenta: «Blanquiceleste fue un saqueo del club basado en la venta de jugadores de las inferiores. Racing era gerenciado de una manera donde las otras actividades del club no importaban. Desde ese lado había que combatirlo, pero también era muy difícil porque Racing salió campeón en 2001, después de 35 años con un gerenciamiento. Era muy difícil hacer que el hincha vea que estaban saqueando al club». El mal desempeño en cuanto a resultados y la falta de recuperación económica llevaron al club de Avellaneda a jugar la promoción en 2008, tras salir último del clausura de aquel año. De todos modos, le ganó a Belgrano de Córdoba y mantuvo la categoría.

Años más tarde, el primer campeón del mundo en 1967, comenzó un cambio colocándose hoy en la discusión del tercer equipo en obtener buenos resultados, siendo protagonista de torneos y clasificando a copas internacionales, por detrás de River y Boca. «Hoy Racing está en esa posición expectante que le permitieron llegar los últimos planteles y títulos. Estamos en un excelente momento para despegar y pensar en algo más grande, como en el plano internacional. Si me decían años atrás de competir y salir campeón cada dos años firmaba al instante, hoy viene siendo una realidad», dice Lamadrid.

Iván Ialuner Somoza.