Cronología deportiva en tiempos de guerra

El próximo 2 de Abril, se cumplirán 39 años del desembarco de las tropas argentinas en las Islas Malvinas. El gobierno militar, que comandaba por la fuerza y el terror nuestro país, diagramó un plan para dejar en el olvido a aquellos héroes que pelearon esa guerra. Y una de sus mejores cortinas, fue la Copa del Mundo de España 82. Al igual que el Mundial 78, el fútbol tapó todo.

Por: @Ivan.ialunersomoza@Globalonet.web


El arranque de una Copa del Mundo suele ser para los argentinos uno de los acontecimientos más esperados. Es el comienzo de miles de hipótesis y apuestas. Todos recordamos el resultado del primer partido de Argentina en un mundial por más victoria, empate o derrota que sea. Sin embargo, al igual que en 1978, mientras se sucedían las desapariciones forzadas y el robo de bebés, hubo otra edición donde los ojos debían estar mirando al sur de nuestro territorio y no hacía Europa.

Argentina jugó su primer partido de aquel Mundial el 13 de Junio de 1982 en el Camp Nou. Mientras el equipo de Menotti perdía con Bélgica en el debut, la armada británica avanzaba hacia Puerto Argentino. Como una comedia trágica de la historia, un día después de aquella derrota deportiva, los comandos militares que dirigían la guerra, firmaron la rendición. Nuevamente, una copa del mundo a la orden de lo absurdo.

La AFA y el Gobierno Militar actuaron en total sintonía durante los tiempos de guerra. El fútbol era utilizado como refuerzo del “sentimiento patriótico”, un argumento bastante utilizado por esos años. Julio Grondona llevaba tres años como presidente del fútbol argentino y previo al mundial declaró: «Argentina se presentará, salvo si decide lo contrario la Junta Militar. Tan sólo en caso de una agravación considerable se podría contemplar una renuncia». La subordinación al gobierno de facto era total.

Las competiciones locales fueron aún más cómplices. El mismo 2 de Abril, horas después de la llegada de nuestros soldados a las Islas, la segunda división de nuestro fútbol disputó su segunda fecha. Y un día más tarde, Boca y Huracán jugaron en Parque Patricios con un estadio colmado que cantó el Himno Nacional en señal de apoyo a las tropas argentinas. En aquellas tribunas nació el canto: “El que no salta es un inglés”. El 13 de Abril, la AFA aportó junto a los clubes $400 millones de insumos para los combatientes. Como la historía ya narró, ese dinero jamás llegó a las Islas.

El 2 de Mayo, quizas el día mas negro del combate, cuando 323 argentinos murieron en el hundimiento del Crucero General Belgrano, jugaron Quilmes – River y Boca – Estudiantes de la Plata. Mario Benito Noel, presidente del xeneize dijo ese mismo día: “Creo que es un deber patriótico de los dirigentes alegrar a nuestros muchachos en las islas”. Para el broche de oro de tanta complicidad, el día que se firmó la rendición, Quilmes y Ferro clasificaban a la final del campeonato que terminaría consagrando al conjunto de Caballito.


El debido homenaje a los soldados y la justicia para quienes obraron esa locura tardó mucho en llegar, pero así como el fútbol supo callar, cuatro años más tarde dio revancha. Y tras eliminar a Inglaterra en México 86, Diego Armando Maradona dijo: “Jugamos este partido pensando en los chicos de Malvinas”.

Iván Ialuner Somoza.