El torneo continental más importante de Europa, La Champions League, Está llegando a su recta final, esta semana, fueron sorteadas las semifinales de la competición y el Real Madrid – Chelsea será una de las llaves, mientras que PSG – Manchester City quedaron emparejados en una eliminatoria que no solo se jugará en la cancha.
“Creo que el deporte está relacionado con las emociones y las pasiones de la niñez, y ahora mismo con la industria del espectáculo”, declaró en 2011 para www.jotdown.es el periodista español Santiago Segurola, quien fue jefe de la sección deportes del diario El País. Eso vamos a ver en unas semanas, cuando el Real Madrid de Zidane enfrente al Chelsea, de Tuchel. Pero el plato fuerte no es entre los merengues y los blues, resulta raro. Es que del otro lado hay dos nuevos gigantes.
Por: @Agustinpalmis – @Globalonet.web

Del otro lado, Mbappé, Neymar y Di María, el poderoso PSG, subcampeón en la edición 2019/20. Los dirigidos por Mauricio Pochettino, buscan consagrarse por primera vez de la Champions, al igual que los citizens de Pep. El equipo olvidado de Manchester que vivió gran parte de su historia a la sombra del United, con campañas magras, y viendo desfilar los éxitos de los diablos rojos.
En Francia, el campeón de todo siempre fue Saint Éttiene y Olympique de Marsella. En Inglaterra, el Liverpool. “El deporte siempre tuvo una gran importancia social. La tuvo con los griegos, con los romanos. También en el medioevo y la Revolución industrial”, dijo Segurola sobre el protagonismo que alcanza hoy el deporte, cada vez más alejado de los estadios y más cerca de la televisión y las redes sociales. A su vez, un nuevo fenómeno apareció en este siglo XXI: los jeques árabes.

“Ahora es un hecho universal, que ofrece una tremenda derivada económica. Junto con el cine y los videojuegos, el deporte es la gran industria del espectáculo”, finalizaba el periodista español, que ya vaticinaba este presente. En 2008, el Manchester City fue comprado por uno de los miembros de la familia real de Qatar: Mansour Bin Zayed Al Nahyan. A su vez, preside el City Group, empresa dueña de otros 6 clubes. Tres años más tarde, en 2011, Emiratos Árabes Unidos llegó a Francia con Nasser Al-Khelaïfi, vinculado con la realeza de su país gracias al tenis, donde conoció al hijo del emir y se hicieron amigos.
Tanto Qatar como Emiratos Árabes, vivieron de la pesca durante buena parte de su historia, pero apareció el petróleo y cambió todo. Lujosas edificaciones, dan lugar a una vista paradisíaca. Esa misma visión que mira hacia otro lado ante las pésimas condiciones de trabajo, donde los obreros son tratados como esclavos, y la opresión de las minorías ricas ejercen su poder sobre las mayorías pobres.
Nasser Al-Khelaïfi hijo de un pescador, soñaba con ser tenista y allí conoció al hijo del emir Tamim bin Hamad Al-Thani. Al-Khelaïfi empezó a tener poder en los negocios, pero no en el tenis: sólo alcanzó el puesto 995 del ranking ATP. Mientras tanto en Qatar, Al Nahyan, ya formaba parte de la realeza.
PSG y Manchester City se verán las caras el 28 de abril, primero en Paris, después en Manchester, el 4 de mayo. En los palcos estará el otro partido, el del poderío económico por dominar el universo del fútbol. En ese sentido, Segurola explicó: “Los estadios están repletos de palcos VIP para ejecutivos y grandes corporaciones. Me molesta mucho la idea de que el hincha es prescindible, pero eso ocurre porque lo que hoy interesa es el negocio puro y duro”.

Mientras que Nasser Al-Khelaïfi organiza mundiales de clubes, Mansour Bin Zayed Al Nahyan es uno de los principales propulsores de Qatar 2022. También forma parte del comité organizador, muy criticado por las condiciones de trabajo de los obreros en los estadios 2.0 de la próxima Copa del mundo.
El partido será promesa de alto nivel de juego, cada vez más concentrado en pocos equipos, y aunque hasta ahora, ninguno de los dos haya ganado la Champions, la tendencia a que sean protagonistas se repite año a año. “Siempre ha habido grandes equipos, pero era un fútbol menos fracturado, y media docena de equipos tenía posibilidades de lograr el título. Hoy se ha generado una oligarquía del fútbol que es decepcionante”, explicó en 2011 Santiago Segurola.
Agustín Palmisciano.
