Sheriff Tirapsol: el club sin país

La Champions League, o extinta Copa de Campeones de Europa, no precisa presentación alguna. Es innecesario aclarar que es el torneo por equipos más visto en el mundo. La enorme mayoría de los jugadores que los más chicos desean ser cuando crezcan, juegan allí. Pero para los más románticos, que no caen ante las estrellas, la Champions también tiene un lugar para historias no tan deportivas, como la del Sheriff Tiraspol, que jugará su primera gran cita en Europa.

Por: @Iván.Ialunersomoza@Globalonet.web


El fútbol y la historia están atravesados por la misma línea. A veces directamente, con competencias que han sido suspendidas por alguna circunstancia que lo valiese y otras, como salvavidas, como fue por ejemplo, el Mundial de 1978 en nuestro país. Y otras veces, indirectamente, como el caso a continuación.

El Sheriff Tiraspol participará por primera vez en la Champions. Será el primer equipo moldavo en jugar la fase de grupos. Se ganó su lugar eliminando al Dinamo Zagreb, un recurrente participante croata del torneo en las fases previas de clasificación. Pero su origen merece unos párrafos fuera del fútbol.

La primera gran particularidad de esta historia, es geopolítica. El Sheriff juega en Moldavia más de compromiso organizativo que por otra cosa. El club está situado en la República de Transnistria, territorio que se declaró independiente en 1990. Sin embargo, no cuenta con el reconocimiento internacional de país independiente y solo tiene el apoyo de otras tres repúblicas separatistas que se generaron tras la disolución de la URSS. A esta región no puede accederse en avión, y la travesía de su llegada deberá vivirla nada más y nada menos que el Real Madrid y el Inter de Milán.

No solo en el territorio están las huellas de la URSS. El origen del club viene por el mismo lado. Su creación se debe a la unión de una empresa de seguridad fundada por dos ex agentes de la KGB llamada Sheriff con el club Tiras Tiraspol. La fusión de ambos se dió en 1997. El club es parte de un enorme conglomerado que contiene una telefónica, refinerías de petróleo, distribuidoras de alimentos y el único hotel 5 estrellas de Transnistria. Las ganancias obtenidas fueron al fútbol. La compañía construyó el Sheriff Staudium. Tiene capacidad para 14.000 mil personas y fue el primer estadio “moldavo” aprobado por la UEFA.

El club empezó a competir oficialmente en 1997, en la segunda división del fútbol de su país. En ese mismo año, se quedó con la copa de Moldavia, aunque no obtuvo el ascenso ese año. La escalada a la primera llegó un año más tarde, ganando el campeonato de la segunda división.

Una vez en primera, el dominio fue absoluto. La enorme diferencia de presupuesto respecto de sus rivales locales, trasladada al dominio deportivo los llevó a ganar de forma consecutiva todos los títulos entre 2000 y 2010.

La falta de identificación con Moldavia se refleja también en el equipo. En todo el plantel solo hay cinco y uno solo suele sumar minutos. La mayoría son africanos y unos pocos europeos. Latinoamérica aporta su cuota con un colombiano, un peruano y dos brasileros. A pesar de ser comandado por un enorme grupo económico, es el plantel menos costoso de toda la Champions.

Iván Ialuner Somoza.