A pesar de las sobradas muestras del gobierno catarí contra las libertades individuales, parece que el mundo del fútbol no hará nada al respecto y el mundial seguirá su curso. Por eso nos propusimos recordar veces en que los grandes eventos deportivos fueron boicoteados ¿en protesta contra acciones poco éticas? Ja, no sueñen.
Por: @Ezequiel.Olasagasti – @Globalonet.web

Nos ponemos en modo cuenta regresiva y les contamos que solo faltan 152 días para el mundial de Catar 2022. La cita futbolera tendrá su puntapié inicial el 21 de noviembre en el estadio Al Thumama de Doha, la capital catarí. Y como para seguir con esto de romper tradiciones, el partido inaugural no lo jugará el anfitrión, sino que se disputará entre Senegal y Países Bajos.
Pero hay cosas que no rompen con la tradición y parecen ser únicamente las que se condicen con las posturas anacrónicas del país. La más reciente fue el anuncio de que se podrá condenar hasta con siete años de cárcel, cualquier relación sexual casual fuera del matrimonio. Esto sin importar la orientación sexual de la persona. Si sumamos esta nueva muestra por conservar sus tradiciones medievales al ya conocido pensamiento sobre las libertades del colectivo LGBTIQ+ por parte del país árabe, se hace cada vez más lógica la idea de realizar un boicot al mundial como hemos dicho aquí en notas pasadas.
Esperar un movimiento osado de parte de la FIFA es utópico. Sin embargo, los protagonistas, los jugadores, perecen querer mover el avispero. El capitán de la selección inglesa, Harry Kane, dijo que tiene charlas con Hugo Lloris y Christian Eriksen (jugadores de la selección francesa y danesa respectivamente) sobre lo que sucede en Catar y sobre lo que deberían hacer los jugadores al respecto.

No obstante, la progresía del mundo occidental futbolero parece todavía hacer oídos sordos a estos embates contra la libertad individual. Tal vez están muy ocupados anunciando con bombos y platillos que lograron uno de los miles de derechos negados a las mujeres futbolistas por años. O, simplemente, puede ser que los petrodólares cataríes les tapan los ojos, las bocas y los oídos.
Esto nos da pie para recordar que “boicots” eran los de antes. Cuando un torneo podía organizarlo un país que no estaba alineado con el poder de turno y no como ahora. Pero ojo, no se pensarán que estos boicots eran por la lucha de los derechos humanos o alguna tontería de esas. En ese campo el deporte de elite no ha cambiado nada. Por lo tanto, veamos algunos de los más destacados boicots deportivos que se han realizado a lo largo de la historia.
Mundiales de Uruguay 1930, Italia 1934 y Francia 1938:
Arranquemos con algo que no recibió un boicot en si, pero que mal no le hubiera venido. Bueno, como ahora con Catar. Antes de que existieran los mundiales, se consideraban “Campeones mundo” a los ganadores de la medalla de oro en los juegos olímpicos. Ahora saben de donde vienen esas dos estrellas extras en el escudo de la selección uruguaya. Justamente fueron los charrúas los organizadores del primer mundial, en 1930. Por un lado, por su condición de campeones olímpicos y por otro lado, porque la FIFA decidió alejar un poco el torneo del lio que había en Europa después de la guerra mundial. Fue esa crisis lo que impidió que muchos europeos asistan a esta primera competición. Digamos que fue un “boicot” involuntario.
Después del éxito de este primer mundial, la FIFA decidió llevar la segunda edición a donde le interesaba, Europa. Italia fue elegida sede para el evento después de pelear duramente su candidatura. El gobierno fascista de Benito Mussolini estaba en su apogeo, pero se ve que a la FIFA mucho no le molestó. Fue el primer mundial de fútbol con uso político de la historia. El régimen fascista utilizó el torneo para mostrar el poderío de su sistema totalitario. Se llegó a amenazar a los jugadores para que obtengan la vitoria, algo que confirmó Luis Monti, uno de los argentinos que fue nacionalizado italiano para disputar el mundial.
En Francia 1938 se puso más espesa la cosa pero se siguió haciendo la vista gorda. El clima bélico era inminente con una Alemania Nazi en plena expansión. Y fue justamente Alemania la causante que en este torneo solo hubiera 15 selecciones y no 16 como en las dos anteriores. Resulta que Austria estaba clasificada y lista para jugar, pero tuvo el pequeño problemita de ser invadida y anexada por los Nazis. Lástima que no castigaron a Alemania por esa invasión como hicieron ahora con Rusia por lo sucedido con Ucrania. Este mundial recibió un boicot por parte de América del Sur (excepto Brasil) que decidió no mandar a sus selecciones. Esto permitió que una debutante Cuba (en manos invisibles de Estados Unidos por ese entonces) participe y logre su mejor posición de la historia, cuartos de final. Después terminó cayendo 8 a 0 contra Suecia.
No podemos terminar esto dejando que piensen que el boicot de América del Sur fue por algo noble como la protesta contra los gobiernos totalitarios de la época. El enojo de las selecciones, sobre todo de Uruguay y de Argentina, se debió a que no se le otorgó la organización a Argentina como habían dejado entre ver los dirigentes de la FIFA. Estos habían dicho en reuniones previas, que la organización del mundial se alternaría entre Europa y América.
Juegos Olímpicos de Berlín 1936:
La elección de Berlín como sede de los juegos olímpicos fue hecha en 1931, dos años antes de que Adolf Hitler fuera elegido canciller. Y parece que nada de lo que el gobierno Nazi demostró los cinco años siguientes fue meritorio de suspender y cambiar la sede. Hitler tenía el plan de usar los juegos como una forma de demostrar el poderío alemán al mundo a través de una fuerte campaña de propaganda y de victorias de la mano de sus atletas. Un movimiento que imitó Mussolini en el mundial de Italia como vimos más arriba. Varias democracias occidentales cuestionaron que la Alemania Nazi fuera la organizadora de estos juegos. Estados Unidos fue donde más se instaló el debate. Los juegos olímpicos tienen, tradicionalmente, un fuerte peso para el país norteamericano que siempre envía el mayor número de atletas para participar. Los propios deportistas consideraban que el boicot era la mejor opción. La delegación tenía diversos informes sobre la persecución de los nazis sobre atletas judíos. Por lo tanto, se consideró que participar de las olimpiadas sería, prácticamente, abalar el régimen del tercer Reich. Sin embargo, ganar medallas era más importante, por lo que el comité olímpico estadounidense considero que la política no estaba relacionada con el deporte. Sentenciaron que no era justo que los atletas pierdan su oportunidad de competir. Un año antes de las olimpiadas, Avery Brundage, presidente del comité olímpico de Estados Unidos, denuncio que había una conspiración judío-comunista para alejar a USA de las olimpiadas. Rápido se le olvido lo de no mezclar política y deporte.
Hubo otros amagues de boicot por parte de Gran Bretaña, Países Bajos, Suecia y Checoslovaquia. Incluso se planearon una contra olimpiadas que se llamarían “Olimpiadas Populares” y se disputarían en España. Por desgracia, el estallido de la guerra civil española impidió que se realicen estos juegos.
Al final el humo se disipó y Estados Unidos estuvo en la fiesta inaugural con su banderita saludando bajo la atenta mirada de Hitler.

Juegos Olímpicos de Montreal 1976.
Los juegos que se realizaron en Canadá fueron los que tuvieron el primer boicot masivo por parte de países participantes. En total fueron 32 naciones las que no participaron, la mayoría africanas. El boicot africano se dio en protesta del continente contra la participación de Nueva Zelanda. La selección de rugby neozelandesa había competido contra la selección sudafricana que estaba expulsada del COI (Comité Olímpico Internacional) por su política racista del Apartheid. Ya que el comité olímpico hizo caso omiso al pedido de excluir a Nueva Zelanda, fueron las delegaciones africanas las que se rechazaron la invitación a participar.
Los otros dos países que se negaron a asistir, pero por meros problemas entre ellos, fueron China y China. Esperen que les explicamos. Taiwán se reconoce así mismo como “República de China” y la China que conocemos por estos lares se hace llamar “Republica Popular China”. Estos dos países se reusaban a participar por culpa del otro. China porque no quería que Taiwán participe llamándose “China”, y Taiwán no quería participar si no le dejaban llamarse “China”. La pelea, que suena de nenes caprichosos, terminó con la ausencia de ambos.
Aunque este fue el primer boicot masivo a un juego olímpico, al no tratarse de países de relevancia política o económica en ese momento no se movió mucho la aguja. Tanto así, que el hecho que trascendió de esos juegos fue el 10 perfecto que la atleta de origen rumano Nadia Comăneci consiguió para la nación que representaba, Estados Unidos.
Olimpiadas de Moscú 1980 y Los Ángeles 1984.
Estos juegos olímpicos que se dieron sucesivamente fueron la muestra perfecta de lo que en esa época se conoció como Guerra Fría. Antes de que Rusia fuera impopular en occidente por invadir territorio ucraniano y ser considerado peligroso por la OTAN, Rusia era impopular en occidente por invadir Ucrania y ser considerado peligroso.… bueno entendieron.
El boicot de parte de Estados Unidos contra Rusia fue algo sin precedentes para el gigante norteamericano. Habían pasado poco mas de cuarenta años de declarar que la política y el deporte no se mezclaban. Algo que los dejó participar de las olimpiadas nazis. Pero para el presidente Carter se ve que todo era político, por lo que prefirió no aportar a sus atletas al show comunista. Estados Unidos argumentó que su decisión era en protesta por la invasión de tropas rusas en Afganistán (guau, la ironía en retrospectiva). Se sumaron al boicot al menos 66 países. La mayoría lo hizo por ser aliados del capitalismo, entre ellos Argentina. Solo participaron 80 delegaciones. Algunos deportistas de Italia, Gran Bretaña, Países Bajos, etc (que se habían sumado al boicot) tuvieron la libertad por parte de su gobierno de competir bajo la bandera olímpica. Esto dejó que el medallero quedara casi a merced de la Unión Soviética.
Era una época inestable, donde inclinar un poco más la balanza para el lado del socialismo que del capitalismo podría hacer que alguien apretara un botón rojo. Por lo tanto, el COI decidió ser salomónico y darle las olimpiadas siguientes a USA. Y como favor con favor se paga, La URSS planeó boicotear los juegos capitalistas. Al menos no se escudaron en una fingida preocupación por un territorio invadido (siendo que los americanos tenían de esto para hacer dulce) simplemente expresaron preocupación por su seguridad debido al sentimiento anticomunista del estado organizador. Y vaya si será importante que los mejores deportistas asistan a la cita olímpica. Tanto así que el gobierno de EEUU acordó cumplir las exigencias soviéticas con tal de que fueran. Al final, 14 países (aliados a la URSS) se plegaron al boicot. Excepto por Albania, Libia e Irán, que no se presentaron a los juegos por conflictos políticos con los gringos. Estos tres comités protestaban contra la interferencia de EEUU en la región del medio oriente y los crímenes que estaban cometiendo en países de Latinoamérica como El Salvador.
La Unión Soviética organizó algo llamado “Los juegos de la amistad” una especia de contra olimpiadas de las que participaron 48 naciones. No solo participaron las que estaban plegadas al boicot sino también los que aceptaron participar en las olimpiadas de Los Ángeles. Sin embargo, estos últimos enviaron equipos de reserva y no a sus máximas figuras. Por supuesto que la URSS se llevó la mayoría de las preseas doradas de las 22 disciplinas que se disputaron en esta contra olimpiadas.
Boicot a los juegos de invierno de Pekín.
A fines del año pasado, la palabra boicot volvió a los titulares relacionados con actividades deportivas. Los juegos de invierno son la versión fría de las olimpiadas tradicionales. Se realizan eventos relacionados a la nieve como hockey sobre hielo, ski, snowboard y el mejor de todos: el curling.
China viene de un largo historial de acusaciones de atentar contra las libertades individuales. Denuncias que le llegan principalmente del gobierno estadounidense, el cual tiene una guerra comercial con el gigante asiático. Luego de las protestas de Hong Kong, naciones de peso en el COI como Reino Unido y Australia, amenazaron con boicotear los juegos olímpicos si se realizaban en China. Finalmente, algunos optaron por un boicot diplomático, esto significa que, aunque los deportistas podrían asistir, las naciones no enviarían a sus representantes políticos. Un golpe para China, pero con una almohada de plumas. Esto, en términos deportivos, no significaba ningún daño a la competición. En términos aun más deportivos, vendieron humo para la tribuna.

La idea de un boicot a Catar por parte de las selecciones, volvemos a declarar, es una utopía. Si algo dejó claro este análisis escueto de los diferentes boicots en la historia del deporte, es que rara vez son producidos por un interés real de parte de los países y las organizaciones por la ética. “Cuando lleguemos a una decisión de algo que queremos hacer seguro lo comunicaremos”, anunció Harry Kane respecto a las charlas que tiene sobre lo que pasa en Catar. El delantero inglés destacó que sería importante hacer algo colectivamente (entre los jugadores de distintas selecciones). “Siento que será algo más de postura, un poco más de poder”, dijo Kane. Sin embargo, la situación necesita algo más que simples camisetas con una frase o posteos de redes sociales de los jugadores. Si van a asistir al mundial es mejor que no digan ni hagan nada más que jugar. Como viene haciendo todo el mundo del fútbol hasta ahora. Los gestos para la tribuna no ayudarán en nada y todo seguirá siendo una utopía.
Ezequiel Olasagasti.
