De mañanas repletas en el Lawn Tennis o Parque Roca a la indiferencia casi absoluta. La Copa Davis, “el mundial del tenis”, en pocos años pasó de la gloria al ocaso en nuestro país. Hace tan solo seis años Argentina gritó campeón. Después de eso, descenso, eliminaciones tempranas y poco interés en la gente.
Por: @Ivan.ialunersomoza – @Globalonet.web

Quienes estén capacitados para contar la historia del tenis en Argentina, podrán asegurar que hubo un tiempo en el que una serie de Copa Davis casi despertaba la misma tensión que un partido de la selección de fútbol. El equipo que comandaron Guillermo Vilas y Luis “Batata” Clerc en los primeros años de la década del `80 llenaba el viejo Buenos Aires Lawn Tennis para cada partido. Y ni hablar de los 2000, cuando nuestro país llegó a conformar equipos completos con jugadores dentro del top ten del ranking mundial. Increíblemente, todo se diluyó en muy poco tiempo. Argentina supo jugar cinco finales de Copa Davis. En 1981 la primera, con Vilas y Clerc al mando. Fue contra Estados Unidos de visitante, con derrota 3-1 en el cuarto punto de la serie. Luego vinieron años erráticos, Argentina perdió la categoría de grupo mundial (la que compite por el campeonato) y llegó a descender al grupo americano. Para qué se entiende el lenguaje futbolero, es como ir de Primera a la B metropolitana.
En la década del 2000, todo cambió. La llegada de la “Legión Argentina” nos puso nuevamente en el centro de la escena. El tenis se inundó de jugadores argentinos conquistando los torneos más importantes del mundo y venciendo a jugadores que hoy son los más grandes de la historia. En el 2002 no solo se consiguió el regreso al grupo mundial, Argentina llegó a semifinales de aquella edición. La segunda final llegó en 2006, contra Rusia en Moscú. Nalbandian, Chela, Calleri y Acasuso integraban en el equipo argentino. Pero los rusos tenían a dos top ten: Safin y Davydenko. Si bien Nalbandian venció a ambos en sus dos puntos de singles, Argentina perdió los otros tres partidos y no pudo campeonar. La tercera final fue ante España y de local. Todos los pronósticos estaban del lado argentino. La serie se jugó en Mar del Plata, a fin de poder presentar una superficie rápida y evitar el polvo de ladrillo. Y como si fuera poco, Rafael Nadal se lesionó antes de la final. A pesar de que las condiciones estaban de este lado, Argentina perdió 3-1 la serie.

En 2011 llegó la cuarta final, nuevamente con España, pero esta vez en Sevilla. Fue 3 a 1 nuevamente. Únicamente el dobles quedó de nuestro lado, que fue una remontada de dos sets abajo. Primera vez que eso ocurría en una final de Copa Davis. La quinta posibilidad fue en 2016. Desde el arranque, todo era cuesta arriba para Argentina. En aquella edición, jugase contra quien jugase, los nuestros iban de visitante por llegar como los peores clasificados. Y además los años de recambio ya habían empezado. Las figuras de los equipos anteriores ya estaban retiradas y Argentina cambiaba al menos dos jugadores en cada serie. La primera ronda (que al mismo tiempo son los octavos de final) fue contra Polonia: 3 a 2 para el equipo argentino que conformaron Pella, Mayer, Berlocq y Renzo Olivo. En cuartos el rival fue Italia, en Pesaro. La recuperación de Del Potro y de “Pico” Mónaco le dio un poco más de categoría al equipo: ganaron 3-1. En semifinales, el cruce era ante uno de los grandes candidatos: Gran Bretaña (a diferencia que en el fútbol o el rugby, en el tenis los países británicos compiten juntos). Argentina se fue de la primera jornada 2-0 arriba, con las victorias de Del Potro frente a Murray y de Pella contra Edmund. Pero al perder el dobles y el tercer singles, la serie se puso 2 a 2. En el quinto punto, Leonardo Mayer venció a Daniel Evans y le dio a la Argentina una buena final. En Zagreb, frente a Croacia, fue la quinta final para los nuestros. El primer día de singles terminó con un punto por lado: Delbonis perdió frente a Cilic (sexto del mundo en ese momento) y Del Potro le ganó a Ivo Karlovic. Con el dobles, el panorama se puso complicado: los croatas ganaron fácilmente en sets corridos y Argentina estaba obligada a ganar los dos últimos puntos. El 27 de noviembre, último día de aquella serie comenzó con Del Potro frente a Cilic. El croata había ganado los dos primeros sets, pero Del Potro se recuperó y le dio una vida más a los nuestros. Por suerte, Delbonis aprovechó esa chance y le ganó fácilmente a Karlovic el quinto punto. Argentina no solo se sacaba la espina de no haber ganado la Davis sino que además lo hacía haciendo historia: es el único equipo en ganar una edición sin jugar una sola serie como local.

Sin embargo, las páginas de gloria se borraron rápidamente. En 2017, Argentina perdió en primera ronda frente a Italia y puso en juego su permanencia en el grupo mundial. Debía esperar al repechaje para mantener la categoría. Dicha serie se disputó frente a Kazajistán y también fue derrota. De campeones mundiales al descenso a la zona americana en menos de un año. El rotundo fracaso además desencadenó en problemas institucionales. Daniel Orsanic dejó la capitanía del equipo y se designó una capitanía que no le escapaba a las polémicas: un trinomio entre Gaudio, Coria y Guillermo Cañas. El ascenso de 2018 por suerte fue más sencillo de lo imaginado. Argentina venció primero a Chile y luego a Colombia para volver a ganarse un lugar en el grupo mundial.
En 2019, el esquema de la Copa Davis cambió rotundamente. Hasta ese año, las diferentes etapas se jugaban en cuatro momentos del año. La primera solía ser en febrero y la final a finales de noviembre. A partir de 2019, toda la competencia se desarrollará en una semana en un único país anfitrión. 18 países compiten en seis fases de grupos de tres equipos cada uno. Pasan de ronda los seis primeros y los dos mejores segundos. Para Argentina la primera experiencia no fue tan convincente. Con la capitanía ordenada, a cargo de Gaudio y con Zabaleta como ayudante, se alcanzaron los cuartos de final clasificando como el segundo mejor segundo. Para la edición 2020 (que se postergó hasta noviembre por la pandemia) se estableció una modificación en la clasificación. A excepción de los cuatro semifinalistas de la edición previa, el resto de los equipos debían clasificar en una fase continental. Argentina perdió con Colombia y no pudo jugar las rondas mundiales. La derrota ante Colombia repercutió también en 2021. Si bien Argentina ganó en el repechaje frente a Bielorrusia y se merecía volver al grupo mundial, el calendario ajustado por las competencias suspendidas del 2020 provocó que la organización de Davis deje afuera a Argentina por “mérito deportivo”. El descontento por la decisión provocó la salida de Gaudio y de Zabaleta del equipo.
La dirigencia del tenis designó a Guillermo Coria como sucesor. La serie contra Bielorrusia fue reconocida un año después y Argentina no debió jugar la clasificación para esta edición. Solo debió medirse con República Checa en un nuevo repechaje para asegurar su participación. Con el triunfo, Argentina ingresó a la fase mundial en el grupo de Italia, Suecia y Croacia. Sin embargo, los resultados no salieron. Coria convocó a Schwartzman, Cerúndolo y Baez como singlistas y a Horacio Zeballos y Máximo González como doblistas. En los uno contra uno, los resultados no pudieron ser peores: Argentina perdió todos los singles que jugó. El dobles sumó victorias contra Italia y Suecia que no fueron suficientes. En términos generales, Argentina perdió los tres duelos y en febrero deberá volver a los repechajes para no volver al descenso. El anhelado triunfo que se dio en 2016 pareció haber terminado no solo con los buenos rendimientos sino también con el acompañamiento. El público general se redujo hacia los fanáticos del tenis que son los pocos que siguen atentos cada desempeño Argentino. El nuevo formato también hizo lo suyo. Por el momento, todas las copas posteriores al 2019 se realizaron en Europa y alejaron a los sudamericanos de la competencia. Deberían reverse algunos aspectos, están dejando a un campeón repleto de glorias en el olvido.
Iván Ialuner Somoza.