Entre convocados y convocatorias avanza el sueño mundial

Tras vencer 5 a 0 a Emiratos Árabes en el último amistoso, el seleccionado argentino última detalles de su preparación para lo que será Qatar. Pero, ¿cómo fueron las convocatorias nacionales en los últimos 10 mundiales?

Por: @Ivan.Ialunersomoza@Globalonet.web


El 11 de noviembre Lionel Scaloni cerró el último eslabón antes de la Copa del Mundo. El anuncio de los 26 jugadores que representarán a la Argentina en Qatar terminó con las especulaciones y le dio inicio a la recta final antes de enfrentar a Arabia Saudita. Pero vamos con un análisis previo más: comparaciones con otras convocatorias mundialistas y cómo llega la selección al gran objetivo. Este mundial viene con una particularidad: la inclusión de tres jugadores más a la típica nómina de 23. ¿El origen de esta modificación? La pandemia que, además, instaló hace unos años la posibilidad de realizar cinco cambios en lugar de tres. 

México 1986: 

A pesar de tener al Diego y haber obtenido el primer puesto en las eliminatorias, la selección llegaba cargada de críticas a la Copa del Mundo. La gira previa al mundial despertó los peores augurios e incluso, se decía que Bilardo llegaba con cuestionamientos hasta de la Casa Rosada. 

Entre los convocados, el fútbol local predominó. En esos años los jugadores europeos no naturalizados por el país donde competían ocupaban un cupo extracomunitario al igual que un sudamericano. Por ende, eran pocos los argentinos jugando afuera (en este caso se exceptúan por ejemplo, Maradona y Valdano, que tenían la ciudadanía italiana y española respectivamente). 

Es por eso que de los 22 convocados, solo seis de ellos competían en el fútbol europeo: Daniel Pasarella (Inter de Milán), Marcelo Trobbiani (Elche), Maradona (Napoli), Burruchaga (Nantes), Pedro Pasculli (Empoli) y Jorge Valdano en el Real Madrid. Dos más jugaban fuera de la Argentina: Hector Zelada, el tercer arquero, jugaba en el América de México y el “Tata” Brown (Atlético Nacional de Medellín). 

Entre los locales, Independiente y River aportaron la mayor cuota. Desde el “Rojo” fueron Nestor Clausen, Bochini y Giusti. Del “Millonario”, Nery Pumpido, Ruggeri yel “Negro” Enrique. La lista se completó con dos de Boca (Olarticoechea y Carlos Tapia), Luis Islas (Estudiantes), Cucciufo (Velez), Oscar Garré (Ferro), “Checho” Batista y “Bichi” Borghi desde Argentinos Juniors y Sergio Almirón (Newells).

Italia 1990:

Con la obtención de la copa en 1986, Argentina llegaba a Italia con la mochila de ser uno de los firmes candidatos a gritar nuevamente campeón. Además, la apertura de los equipos europeos a los jugadores argentinos, sobre todo algunos que eran jóvenes promesas en esos tiempos, también aumentaba las ambiciones. Para ponerlo en números, se duplicó la cantidad de convocados que jugaban en Europa respecto a 1986: Nery Pumpido (Betis), Abel Balbo (Udinese), Jose Basualdo (Stuttgart), Gabriel Calderón (PSG), Burruchaga (Nantes), Caniggia (Atalanta), Maradona (Napoli), Nestor Lorenzo (Bari), Roberto Sensini (Udinese), Ruggeri (Real Madrid) y Pedro Troglio (Lazio). 

El resto de los jugadores se conformó con Edgardo Bauza (Veracruz) y Sergio Goycochea (Millonarios) y ocho del fútbol local: Angel Comizzo (River), Fabián Cancelarich (Ferro) quien se quedó con el puesto 23 tras la decisión de Bilardo de llevar cuatro arqueros. Los siguieron Pedro Monzón (Independiente), Juan Simón (Boca), Jose Serrizuela (River), Nestor Fabbri (Racing), Olarticoechea (Racing) y Sergio Batista (River). 

Tras una fase de grupos compleja, con derrota frente a Camerún, un empate ante Rumania y el triunfo frente a la URSS, la selección clasificó como mejor tercera debido a que el formato no era como el que hoy conocemos y en octavos llegó el triunfo ante Brasil, el resto es historia conocida. 

Estados Unidos 1994:

Todo proceso de recambio suele ser turbulento. Tras el subcampeonato en Italia, Bilardo dejó el mando del plantel y lo reemplazó Alfio Basile. Argentina llegaba con la Copa América del 91 y el 93 bajo el brazo, pero el final de la clasificación fue en caída libre: derrota apabullante con Colombia de local y repechaje frente a Australia: pero volvía el 10.

Tras su salida del Napoli, el paso por el Sevilla y la vuelta a Argentina para jugar en Newell’s, Maradona regresó al seleccionado. El primer partido fue 1 a 1. En la vuelta en el Monumental, el 1 a 0 con gol de Batistuta le dio a la selección su decimosegunda participación mundialista. 

La lista de convocados se compuso de 22 jugadores. Basile mantuvo los referentes de Bilardo, pero le abrió la puerta a varios debutantes mundialistas. El fútbol local volvió a llevarse a la mayoría de los protagonistas: Goycochea, Hernán Díaz, Ariel Ortega y Ramón Medina Bello (River), Ruggeri (San Lorenzo), “Pepe” Basualdo (Vélez), Maradona y Norberto Scoponi (Newells), Luis Islas y Hugo Pérez (Independiente), Jorge Borelli (Racing) y Alejandro Mancuso (Boca). Doce en total provenientes de nuestro fútbol.

Los diez restantes de una lista criticada por las ausencias de Gorosito, “Beto“  Acosta y el “Colorado” Mac Allister fueron: Sergio Vázquez (U.Católica de Chile), José Chamot (Foggia), Roberto Sensini (Parma), Claudio Caniggia y Abel Balbo (Roma), Batistuta (Fiorentina), Fernando Cáceres (Real Zaragoza), Diego Simeone (Sevilla) y Leo Rodríguez (Borussia Dortmund). 

El mundial arrancó bien, pero el desenlace fue fatal: doping a Diego y derrota contra un seleccionado rumano que, por aquellos tiempos, era de los más poderosos de Europa. 

Francia 1998 

Con el ciclo de Basile finalizado, un joven Daniel Pasarella tomó la dirección técnica, con apenas 4 años como entrenador en River. La clasificación fue sencilla. A partir de esta edición, las eliminatorias sudamericanas abandonaron el sistema de grupos y pasaron a ser un formato de todos contra todos. La jugaron nueve selecciones y no diez como en la actualidad ya que Brasil ya tenía su plaza asegurada por campeón defensor. De los 48 puntos en juego, Argentina consiguió 30 y ocupó el primer lugar de la tabla. 

Para jugar en Francia convocó 22 jugadores,  en su mayoría jugadores que militaban en  Europa, y solo ocho en equipos argentinos. Cuatro de ellos en River: Marcelo Gallardo, Sergio Berti, Leonardo Astrada y el “Mono Burgos”. Los restantes eran Pablo Cavallero (Vélez) y la gran sorpresa de la lista, Marcelo “Chelo” Delgado, de Racing Club. 

En cuanto a los que se encontraban en Europa, el fútbol italiano fue más que influyente. Once argentinos jugaban en la Serie A: Roberto Ayala (Napoli), Jose Chamot y Matías Almeyda (Lazio), Mauricio Pineda (Udinese), Sensini y Hernán Crespo (Parma), Simeone y “Pupi” Zanetti (Inter Milan), Batistuta (Fiorentina), Juan Sebastián Verón (Sampdoria) y Abel Balbo (Roma). De los cinco restantes, cuatro venían de España: Carlos Roa (Mallorca), “Piojo” López y Ortega (Valencia) y Pablo Paz (Tenerife) y cerró la lista Nelson Vivas (Lugano de Suiza). 

La fase de grupos fue inmejorable. La selección ganó los tres partidos frente a Japón, Jamaica y Croacia. Sumó siete goles a favor y ninguno en contra. En octavos fue el recordado triunfo por penales ante Inglaterra en un partidazo y luego, en cuartos de final, fue derrota frente a Países Bajos por 2 a 1 en el alargue. 

Corea-Japón 2002:

El 20 de octubre de 1998, Pasarella dejó la dirección técnica de la selección y su lugar pasó a ser ocupado por Marcelo Bielsa. El ciclo comenzó tuvo la derrota en cuartos de final por la Copa América de 1999 y la negativa a participar de Colombia 2001. Sin embargo, el equipo arrasaba en eliminatorias y la clasificación fue una de las más prometedoras de la historia de la selección. Argentina llegaba al mundial como el máximo candidato y con jugadores top en las mejores ligas. Pero todo se derrumbó en el continente asiático. 

Primero comenzaron los cuestionamientos a la lista definitiva. Bielsa convocó la misma cantidad de delanteros que de defensores y tan solo a seis volantes. Y de los 23, solo dos jugaban en Argentina. Los arqueros fueron Pablo Cavallero (Celta de Vigo), Roberto Bonano (Barcelona) y Germán Burgos (At. de Madrid). 

Los siete defensores fueron Roberto Ayala (Valencia), Mauricio Pochettino (PSG), Walter Samuel (Roma), Diego Placente (B. Leverkusen), Juan P. Sorín (Cruzeiro), José Chamot (Milán) y “Pupi” Zanetti (Inter). Entre los volantes estuvieron Juan Sebastián Verón (Manchester United), Diego Simeone (Lazio), Matías Almeyda (Parma), Pablo Aimar (Valencia) y uno de los dos representantes locales: Claudio Husaín (River). La lista cerro con los siguientes delanteros: “Piojo” López y Hernán Crespo (Lazio), Gabriel Batistuta (Roma), Gustavo López (Celta de Vigo), “Kily” González (Valencia), Claudio Caniggia (Rangers de Escocia) y el último del fútbol local, Ariel Ortega (River). 

Había una ausencia notoria: Riquelme. El ex Boca ya se encontraba en Barcelona, y si bien su presente no era el mejor dado que el neerlandés Van Gaal no lo veía en su esquema, “Román” era probablemente el mejor jugador argentino del momento. Y la convocatoria de “Cani” también fue más que llamativa. El “Pájaro” ya tenía 36 años, no era titular en su equipo y de hecho, no jugó ni un minuto en Corea-Japón y fue expulsado desde el banco de suplentes por el árbitro en el empate final ante Suecia.

Alemania 2006:

Marcelo Bielsa permaneció dos años más en el cargo a pesar del mal resultado en el mundial. Llevó a la selección a la final de la Copa América 2004 y trajo el Oro en Atenas 2004, una medalla que nunca había obtenido el seleccionado de fútbol. Sin embargo, decidió dejar la dirección técnica de la selección, y Jose Pekerman tomó el lugar.

De los 23 elegidos, solo tres eran del fútbol local, y dos de ellos eran arqueros: Roberto Abbondanzieri (Boca) y Oscar Ustari (Independiente). A ellos se les sumaba Leonardo Franco (At. de Madrid). El tercer jugador del medio local fue una de las grandes sorpresas: Rodrigo Palacio, que si bien tenía un gran presente en Boca, parecía un poco pronto para jugar un mundial. 

Los defensores fueron: Roberto Ayala (Valencia), Fabricio Coloccini (Dep. La Coruña), Gabriel Heinze (Manchester United), Juan Pablo Sorín (Villarreal), Nicolas Burdisso (Inter Milan) y Gabriel Milito (Zaragoza). Pekerman metió dos grandes sorpresas entre los laterales suplentes: Leonardo Cufré (Roma) y el actual técnico de la selección, Lionel Scaloni (West Ham). Las ausencias que despertaron críticas fueron las de Samuel, Zanetti y Martín Demichelis, éste último hasta llegó a admitir en una entrevista en vivo por televisión que ya no quería vivir luego de quedarse fuera de la nómina. 

Los volantes fueron tan solo seis: Javier Mascherano (Corinthians), Esteban Cambiasso (Inter Milán), Maximiliano Rodríguez (At. de Madrid), Pablo Aimar (Valencia), Luis González (Porto) y Juan Román Riquelme (Villarreal). La gran ausencia entre los mediocampistas fue la de Juan Sebastián Verón. Su ausencia, supuestamente, se debía al enfrentamiento con el capitán de aquel equipo, Juan Pablo Sorín. La lista culmina con seis delanteros: Carlos Tevez (Corinthians), Hernan Crespo (Chelsea), Javier Saviola (Sevilla), Lionel Messi (Barcelona), y una sorpresa: Julio Cruz (Inter Milán). 

Finalmente, el seleccionado quedó afuera en cuartos de final frente a Alemania, donde hasta hoy, se recuerda la salida de Riquelme por Cambiasso y el ingreso de Julio Cruz por Crespo en lugar de Messi. 

Sudáfrica 2010 :

Tras la salida de Pekerman volvió el “Coco” Basile, quien regresó al seleccionado tras un breve y fructífero paso por Boca donde todo lo que jugó lo ganó. Pero las cosas no resultaron bien, y entre polémicas y rumores llegó Diego Armando Maradona en 2008.  

Entre las frases más recordadas de su llegada se encuentra: “Mi equipo es Papa más 10”, en referencia al lateral de Vélez. Luego, la salida del equipo de Zanetti, a quien no convocó más y luego la pelea con Riquelme y el regreso de Juan Sebastián Verón. Además, con Diego debutó Ángel Di María, “Chiquito” Romero y Gonzalo Higuaín. 

Tras una eliminatoria compleja, el seleccionado se metió en el primer mundial jugado en África en la última jornada: Palermo héroe ante Perú, y Bolatti sellando la clasificación en Montevideo. Llanto con Bilardo, conferencia de prensa inolvidable y una lista llena de sorpresas.

Los arqueros fueron tres debutantes en copas del mundo: Sergio Romero (Az Alkmaar), Mariano Andujar ( Catania) y Diego Pozo (Colón de Santa Fe) que terminó ganándole la pulseada a Adrián Gabbarini (Independiente). 

Los defensores (7): Walter Samuel (Inter Milán), Gabriel Heinze (O. de Lyon), Nicolás Burdisso (Inter Milán) y Martin Demichelis (Bayern Munich) desde el fútbol europeo. Pero Diego se había guardado tres grandes sorpresas del fútbol local: Nicolás Otamendi (Vélez), Clemente Rodríguez (Estudiantes) y el recordado Ariel “Chino” Garcé (Colón).

Los volantes: Juan Sebastián Verón (Estudiantes), Javier Mascherano y Maxi Rodríguez (Liverpool), Angel Di María (Benfica), Javier Pastore (Palermo) y Jonás Gutiérrez (Newcastle) que terminó jugando de lateral por la derecha y fue incluido en el peor once de aquella copa del mundo.

Y seis delanteros: Lionel Messi (Barcelona) ya como capitán y referente de la selección, las apariciones mundialistas de Sergio Agüero (At. de Madrid) y Gonzalo Higuain (Real Madrid), Diego Milito (Inter Milán), que venía de ser la gran figura de la Champions League 2009 y Martin Palermo (Boca Juniors). Tras una primera rueda prometedora, Argentina volvió a enfrentar a México en octavos de final y fue triunfo. Luego, otra vez Alemania y un rotundo 0 a 4 abajo y pasaje de regreso a Buenos Aires.

Brasil 2014: 

El paso por Sudáfrica había dejado heridas graves. El abrazo en Uruguay entre Bilardo y Maradona fue el último acercamiento entre dos íconos del fútbol local e internacional. Pero a partir de allí todo se vino a pique en una relación vertiginosa durante décadas. El “Diez” acusó de traidor al “Doctor” y los artífices de la copa del 86 se enfrentaron sin vuelta atrás. Otro campeón de aquella generación, Sergio “Checho” Batista, tomaba el fierro caliente para remontar el barco, pero los resultados, sobre todo la rápida eliminación en la Copa América de 2011 lo condenaron y no llegó a estar un año al mando de la selección. 

Pero nuevamente el fútbol local salió al rescate. En aquellos años, el Estudiantes de Alejandro Sabella dominaba América y el fútbol local. La Copa Libertadores 2009 y el Clausura 2010 quedaron en La Plata. El discípulo de Bilardo tenía todos los boletos. Con Sabella al mando, la cosa se ordenó. Argentina pasó las eliminatorias sin problemas (vale aclarar que Brasil al ser sede del mundial no participó de las mismas) pero la selección sumó 32 de 48 puntos con una diferencia de gol a favor de +20. 

Los 23 convocados tuvieron algunas críticas. Se juzgaba a Sabella de haber preferido jugadores que había dirigido en Estudiantes por sobre otros que quizás llegan en mejor condiciones. En el arco se repitieron dos de los convocados para el 2010: Sergio Romero (Mónaco) y Mariano Andújar (Catania). El tercer lugar fue para Agustín Orión (Boca Juniors). Siete en la defensa: Pablo Zabaleta (Manchester City), Marcos Rojo (Sporting de Lisboa), Hugo Campagnaro (Inter Milán), José Basanta (Monterrey), Federico Fernández (Napoli), Martin Demichelis (Man. City) y Ezequiel Garay (Benfica).

La nómina de volantes sorprendió. No solo por los nombres sino porque Sabella decidió llevar ocho mediocampistas, relegando un cupo para un delantero. Los convocados eran: Lucas Biglia (Lazio), Javier Mascherano (Barcelona), Angel Di Maria (Real Madrid), Maxi Rodríguez (Newells), Enzo Pérez (Benfica), Augusto Fernández (Celta de Vigo), Fernando Gago (Boca) y “Ricky” Álvarez (Inter Milán) como tapado. El ex Vélez se quedó con el lugar que parecía asegurado para Ever Banega. Los delanteros fueron cinco, pero todos más que justificados: Gonzalo Higuaín (Napoli), Sergio Agüero (Man. City), Lionel Messi (Barcelona), Rodrigo Palacio (Inter Milan) y Ezequiel Lavezzi (PSG). 

Con un Messi intratable, Argentina sumó los nueve puntos posibles en la fase de grupos. Si bien todos los triunfos fueron por la mínima, la selección después de muchos años logra un puntaje perfecto en la primera fase. Y a partir de octavos las cosas no serían muy distintas. Suiza fue más engorroso de lo pensado y hubo que llegar al alargue para sellar el triunfo. Frente a Bélgica en cuartos, el gol tempranero de Higuaín dio tranquilidad para aguantar hasta el final. La semifinal contra Holanda no tuvo grandes actuaciones hasta los penales, cuando “Chiquito” Romero se hizo héroe y le dio a Argentina una nueva final. E increíblemente frente a Alemania, quizás en el mejor partido de Argentina, la suerte no estuvo de nuestro lado. 

Rusia 2018:

Alcanzar la final del mundo debería ser visto como un gran logro, pero no sucedió. Con el final del mundial, también finalizó el ciclo de Sabella. El designado para reemplazarlo fue Gerardo “Tata” Martino, que llegaba a la selección con la mochila de su paso por Barcelona, en el que no pudo gritar campeón en ninguna competencia. En números, su ciclo fue positivo. Dirigió 29 partidos, de los que ganó 19 y solo perdió 3. Sin embargo, dos de esos tres fueron las finales frente a Chile de la Copa América 2015 y la Copa América Centenario. La sequía de campeonatos, las tres finales perdidas y la despiadada crítica a los jugadores se cargaron el puesto de Martino. 

Su reemplazo fue alguien bien distinto en cuanto a la filosofía de juego: Edgardo Bauza, quien sólo dirigió ocho partidos en los que la clasificación al mundial se puso en riesgo y fue despedido. Pero uno de sus logros fue haber convencido a Lionel Messi de regresar al seleccionado tras haberse bajado de las convocatorias tras la derrota en Copa América frente a Chile.

La designación de Jorge Sampaoli parecía al comienzo una de las mejores variantes. La obtención de la Copa América Centenario con Chile lo había colocado en primera plana, a pesar de ser un total desconocido para el fútbol argentino. Los primeros resultados no aportaron demasiada tranquilidad, y Argentina llegó a la última fecha de eliminatorias contra Ecuador con un pie afuera del Mundial. Messi nuevamente se cargó todo al hombro, hizo tres goles y la selección clasificó. Pero ya se veía que algo no andaba bien. 

Los tres arqueros convocados fueron, en primer lugar: Sergio Romero (Man. United), Franco Armani (River) y Wilfredo Cavallero (Chelsea). Semanas previas al mundial, Romero se lesionó y fue baja. Lo suplanto Nahuel Guzmán (Tigres de México). Lo llamativo de esa convocatoria fue que desde la familia del ex arquero de Newell’s se viralizaron duros insultos a Sampaoli por dejarlo afuera del primer llamado. Sin embargo, fue convocado. 

Como en las anteriores convocatorias, los defensores también fueron siete: Marcos Rojo (Man. United), Nicolás Otamendi (Man. City), Nicolás Tagliafico (Ajax), Marcos Acuña (Sporting Lisboa), Gabriel Mercado (Sevilla) y Federico Fazio (Roma). Ninguno de ellos sorprendía, pero Sampaoli sumó a Cristian Ansaldi (Torino) que hasta el momento no había sido convocado en todo el proceso.

Como en 2014, también fueron 8 los volantes. Lucas Biglia (Milán), Javier Mascherano (Shanghai Shensua), Ángel Di María y Giovanni Lo Celso (PSG), Maximiliano Meza (Independiente), Eduardo Salvio (Benfica) y Ever Banega (Sevilla). La convocatoria inicial tenía a Manuel Lanzini (West Ham) pero la rotura de sus ligamentos lo dejó afuera. Enzo Pérez (River Plate) fue su reemplazo. Increíblemente, pasó de no integrar la lista inicial a ser titular en los primeros tres partidos de la selección. Los cinco delanteros fueron Gonzalo Higuaín y Paulo Dybala (Juventus), Sergio Agüero (Man. City) y Leo Messi (Barcelona). El restante fue Cristian Pavón (Boca). Si bien no era una sorpresa porque Sampaoli ya lo tenía en cuenta hacía varias convocatorias, su presencia era polémica. 

Las expectativas no eran buenas. Era un equipo que difícilmente podía funcionar y la suerte estaba echada a las individualidades. El primer partido, frente a Islandia, lo demostró a la perfección. Argentina no generó más que el gol de Agüero. Con Croacia, todos los fantasmas se presentaron, y luego el 2 a 1 frente a Nigeria encendió una luz de esperanza en medio de un plantel peleado con el entrenador. Pero en octavos estaba Francia, el último campeón.

Qatar 2022:

La decepción de Rusia hizo rodar cabezas. La primera, lógicamente, la de Sampaoli. Y detrás de él varios referentes, como Mascherano e Higuaín, manifestaron que no volverían a jugar para Argentina. Nuevamente, el problema no era solo futbolístico. Pero de entre los colaboradores de Sampaoli, asomaba una figura que se había ganado la confianza de los jugadores: Lionel Scaloni: el único entrenador de las 32 del mundial que fue ayudante en un campeonato del mundo (2018) y jugador (2006).

La AFA tomó la decisión de designarlo como técnico interino por tiempo indeterminado hasta la contratación de un nuevo entrenador. Se despertaron mil y una polémicas en torno a esto. Hasta Diego lo criticó argumentando que el DT de la selección no podía ser un inexperto. Pero a Scaloni no le pesaron las acusaciones. Se hizo cargo junto a otros ex jugadores de la selección e hizo la renovación que tanto se demandaba. Lleno la selección de nombres nuevos y apuestas que no estaban en el radar de nadie. Los primeros resultados no fueron alentadores, pero el proceso de cambio no era de un día para el otro. 

La Copa América de 2019 fue la primera gran prueba. Argentina consiguió el tercer puesto en esa edición. El juego no prometía demasiado, pero en el grupo algo claramente había cambiado. La máquina se siguió aceitando. Se consolidaron jugadores como Paredes, De Paul, Lo Celso y Lautaro Martínez. Todo bajo la conducción de tres históricos: Messi, Otamendi y Di María. Y el fútbol de a poco empezaba a aparecer. 

El 2021 fue la confirmación del proceso. Argentina encontró el juego, tuvo una clasificación tranquila al Mundial y volvió a gritar campeón después de 29 años. No solo con buen juego, sino con un grupo totalmente afianzado, confiado y con una gran relación con su técnico. Además aparecieron otros dos nombres que hoy son más que una fija: “Dibu” Martínez y “Cuti” Romero. Y la lista de convocados resume a la perfección el proceso. Una enorme camada de jugadores que juegan como si tuvieran 200 partidos en la selección acompañando a los referentes de procesos anteriores. 

En el arco: “Dibu” Martínez (Aston Villa), Franco Armani (River) y Geronimo Rulli (Villareal). Nueve defensores: Nicolás Otamendi (Benfica), Lisandro Martínez (M. United), “Cuti” Romero (Tottenham), Nicolás Tagliafico (O. de Lyon), Marcos Acuña (Sevilla), German Pezella (Betis), Nahuel Molina (At. de Madrid), Gonzalo Montiel (Sevilla) y Juan Foyth (Villarreal), la sorpresa de última hora. 

En el medio de la cancha estarán: Leandro Paredes (Juventus), Guido Rodríguez (Betis), Alejandro “Papu” Gómez (Sevilla), Rodrigo de Paul (At. de Madrid), Alexis Mac Allister (Brighton), Enzo Fernández (Benfica) y Exequiel Palacios (Bayer Leverkusen), que ocupará el lugar que dejó Gio Lo Celso por su lesión. Por último, siete delanteros cierran el listado: Ángel Di María (Juventus), Julián Álvarez (Man.City), Lionel Messi (PSG), Nicolas González (Fiorentina), Paulo Dybala (Roma), Lautaro Martínez y Joaquín Correa (Inter Milán). Entre los de arriba, quedó el gran ausente de la lista: Ángel Correa. 

La ilusión está intacta. Argentina llega, a nivel grupo, como a ninguno de los últimos diez mundiales. La conexión y la confianza es total. El fútbol acompañará o no, será cosa de cada partido como suele ser en los mundiales. Lo que estamos seguros: con Diego desde el cielo y Messi en la cancha, Dios siempre es argentino.

Iván Ialuner Somoza.